sábado, 13 de noviembre de 2010

Las verdaderas amistades

saben compartir su soledad



Juliao Sarmento



Magneto

Charly me recogió en la madrugada
venía con los muertos de siempre,
me sorprendió
que no trajera cargando a camila.
Abre la boca y cierra los ojos
todo el viaje, quédate así,
me dijo, y despegamos.
Parecía que jugábamos a ver
quién gritaba más fuerte
quién podía espantar el tiempo
y hablábamos de verdades sin sentido.
Juanito bailaba adentro de su cuerpo,
se le veía en los ojos
tan abiertos que cerraba el mundo.

Nos fumamos las carreteras
siempre al sur, hacía el sur.
Porque no queríamos civilización
ni mejorar, ni crecer, ni avanzar.
Plantamos la selva.
Llenamos el mar.
Coloreamos lagunas en las paredes.
Y nos hicimos pequeños,
caminamos de rodillas
con las gargantas lastimadas
de tanto silencio,
con los ojos desorbitados
por no ver nada nuevo.
Todo lo rompimos
con líneas rectas, y cámaras, y música
y lo hicimos viejo
casi sepia.

Agarramos una enfermedad por aquí
otra por allá
hasta llegar con Cocom.
Nos regalo gatas negras
y las devoramos
sin pensar en la mala suerte
ni en la educación
ni en los padres ausentes.
Mira que bonitas estrellas,
creo que los amo,
callese pinche puto,
vamonos de aquí.

Apostemos,
el que pierda primero gana.
Yo apuesto mi música.
Yo no apuesto nada.
Yo apuesto mi novia.
y llega Checo,
apostando la noche,
que es todo lo que le queda
y baja la neblina
mira es como europa
pero quemando a puro indio.

El mapa se nos escapa
va corriendo tras el sol
por eso no lo seguimos
nosotros vamos para el otro lado
con los párpados cosidos
porque ya sabemos que allá
cerca de los cerros
en medio de la luz callada
nos espera Cesar.


JFQ







Juliao Sarmento


With a little help from my friends

Hoy le escribo a mis amigos
aunque la mayoría
tiendan al analfabetismo

Conocí la amistad por Alberto,
quien me invitaba
a contar la niebla
en Calacoaya.
Él sabe lo mismo que yo
sólo que lo disimula
tras un leve manto
de alcohol y pendejadas,
que de leve
no tiene
más que el manto.
A este morro
le dicen "El Feto"
porque nunca acaba de nacer.

Luego, topé al Sócrates
que de filósofo
sólo tiene la greña
de hace 7 años,
porque marcha,
en caballo de hacienda,
para pelón.
Platicamos de Dylan
y de Rockdrigo Gonzalez
y de Joseph Roth
y de Octavio Paz
y de Vómito Nuclear.
Es un vato bien completo
al que lo incompletan las mujeres.
Cree que sus manos son pinceles
que colorean el cuerpo
de una mujer
que se fue
hace tiempo.

Y en eso
como un deus ex machina
de película de Woody Allen,
aparece el Fraire
con su sonrisa de kilómetros atrás
y sus pestañas quemadas
de tanto andar en burro.
Con él platicó de poesía
aunque ninguno
se lo crea.
Ambos, y cuando
digo ambos
me refiero a todos,
sabemos que
es sólo un pretexto
para poder emborracharnos
y mandarnos besos charros,
sin levantar sospechas.

Ellos se contradicen todo el tiempo,
pero lo hacen de manera bien honesta.

A veces me dicen Cocom,
o Miguel
o Mike
o Miguelón,
pero el que más se ha acercado
a mi nombre
fue Jaime cuando me dijo
"Qué bárbaro, eres una mamada".

No los he visto en varios meses.
Creo que por eso somos amigos.


MACM

miércoles, 3 de noviembre de 2010

¿a los dos años ya sabemos caminar?



Amadeo Modigliani
Desnudo recostado de espaldas.




Hasta para ser cobarde
hay que llegar a tiempo,
sino sólo se es impuntual,
me dijo el diablo cuando nos encontramos
en un salón de baile.

A mí me fallaba el uno-dos
y él había perdido un zapato,
el que estaba a la izquierda
de su zapato derecho.

Me caen bien los poetas,
me dijo,
porque cuando observan a dios
lo hacen por encima del hombro.

Hubo cierta empatía,
la de dos seres perdidos
que se emborrachan y fuman
mientras alguien descansa con la pupila abierta.

Me da miedo la noche,
confesé,
me da miedo saber
que tú abres los ojos
cuando yo los cierro.

Ja,
se rió,
entonces yo sería
la obscuridad
cada que parpadeas.

Y yo me chingué
el último trago de cerveza,
pero sin pestañear.
No vaya a ser.

Como yo andaba corto de alma
se me hizo raro su interés.

Despúes de este trago,
te invito a ver la neblina.
Yo le enseñé a ser transparente.

Va, pero después
topamos unos perros,
porque ellos son maestros
a la hora de no volar.

Y en eso sonó su teléfono.
Contestó.
Es una morena, me dice,
mientras tapa la bocina
con la mano
que está a la derecha
de su mano izquierda,
"Una morena de esas que te cortan el aliento
y te hacen circular la sangre, ahí en los testículos.
Una morena de esas que huelen a caderas
como mares donde uno quiere naufragar.
De esas que saben a sudor del rico.
Piel oscura y tacto sucio.
Que cuando quietas, bailan.
Que adjetivan la lujuria.
Sonrisa blanca y pezones lilas.
Que te muerden el deseo.
Que se ocultan en sus curvas.
En sus pliegues de caliente.
Y que saben que sus senos
son redondo a dentelladas.
Una morenita costa.
De piernas tibias.
De sexo a secas
que se vuelve húmedo.
Una morenita.
Dice que es para ti.
¿Quieres que te pase
la llamada?"

En esta esquina de la tierra
el aire es un hotel de paso
y mis ojos se incendian de horizonte.

Pinche diablo,
le quité el teléfono
y tomé la llamada.


MACM







Amadeo Modigliani
Mujer en traje marrón.



Cocote

Estábamos juntos por eliminación,
de historias y borracheras cosidos.
Derramamos tinta para buscar el reflejo en el charco.
Un día se le cayó el brazo,
Puta madre me siento tan común
Pero si nadie aspira como yo a escribir sobre tus pechos.
A veces parezco calle vacía
y entonces no pesco ni una puta línea,
ni un compás, ni una bola, ni una ficha.
Desde el principio parecía reventar
de palabras y navajas.
Unas juntas donde roger.
Más palabras y cervezas,
y esos horribles fetos pegados en la pared,
con camioneros conocidos
“yo no uso calzones porque soy vaquero”.
Algunas flacas, otras gordas
todas mulatas.
Vidas completas de efecto dominó.
Temporadas en el infierno.
Hasta que un día llego sin piernas
Quería cortarme la cabeza pero no hubiera sentido
el dolor.
Camilo estaba seguro que había sido su esposa
o la reciente cosecha.
Yo digo que fueron las lluvias de diciembre
que lo arrancaron desde adentro
y lo llevaron a donde no pertenecía.
Aquí.


JFQ