miércoles, 4 de febrero de 2009

La verdadera carta magna

Las hojas sangran cuando tienen poesía
¿Qué hacen las computadoras?


Estuve pensando, que ya es mucho hablando de mí.
A veces me detengo y callo mis voces
entonces huelo tu nombre,
que es como cualquier otro nombre.
Volteo enojado a ver la luna.
Debe ser fácil brillar tanto,
esconderse el calor,
vivir más que el tiempo.
Yo, aquí, frente a ti
sin poder estrechar pupilas
perdido en tus pestañas.
Aprieto mi pecho para que no salga el corazón,
no grite extraño.
De todas formas arruina el momento,
late fuerte y hace ruido.
Dice lo que no quiero.
Aprieto mi pecho para no apretarte.
No quiero perder el momento
sintiendo con todos los sentidos.
Cierro los oídos, tapo los poros
y te me sigues entrando.
Ahogada en no sé que cosa,
tan dentro de ti como yo entro en mí.
Qué desperdicio es ser caballero.
Volteo enojado a ver la luna
le escupo tu nombre que no sé
pero la luna me guiñe una estrella,
me avienta un mar pero la risa.
Te voy a morder en el aire,
rozar tu pelo con la vista.
Tocar el olor de tus flores.
Tocar el olor de tus flores.
Tus flores.
Estuve pensando que ya es mucho hablar de ti.


Jaime Fraire Quiroz





Ahí eres tú

Digo rosa y no espina
Fuego y no quema
Silencio y no calla
Versos y no poeman
Digo tu cuerpo y no arde

Pero sé, que la poesía está ahí
Oculta bajo la sonrisa de tu velo
O en la parte de atrás
De tus suspiros

Tal vez, poesía es lo que no escribo

¿Qué putas digo?
Poesía es lo que chorrea
Del tintero de tu cuerpo
La luz que sobra
Del cardumen negro de tus ojos
El olor de tu cuerpo
Cuando llueve
La fuga de sonidos cuando amamos

Poesía es tu sombra cuando calca
Los ángulos de tu cuerpo imposible

La poesía está allá
Y ahí eres tú


Miguel Ángel Cocum Mayen