Milagro
Aunque no profeso,
Al menos no de manera visible,
Religión alguna
Siempre me han apasionado los milagros
Esos sucesos extraordinarios
Sólo atribuibles a una divina intervención
Y resulta que yo, pecador,
Cada que el sol murmulla en el vientre del horizonte,
Soy testigo presencial
Del milagro húmedo de tu piel desnuda
De cómo
Te quitas tu ropa interior
Como si te quitaras el sombrero
Tan desnuda
Que no veo tu piel
Sino tus huesos
Perfecciones de ángel óseas
Pálidamente iluminadas
Desnuda eres una joya ataviada
Con el trigo de la violencia
¿Cómo puede un suceso recurrente
Ser llamado milagro?
Cuestioné hace unas noches
A un colega con pretensiones religiosas.
“El milagro es que hayas conocido a alguien
Que se digne a desnudarse frente a ti”
Comprendo
La intervención divina eres tú, mujer,
Y lo milagroso
Del milagro de tu desnudez
Radica únicamente en que es el neuma
Del verdadero milagro:
Ese en el que participamos los dos
Dejando a Dios como simple testigo
Miguel Ángel Cocom Mayen
La luciérnaga mordió al león
Soy el mudo que hablará,
cuando tenga la verdad.
Tú eres la maga inmaculada.
Lejos de los sonidos primaverales,
nos hundimos en nosotros mismos
Como la luna tras el sol.
Despiertas rumbo a otro lado
cualquier lado que no ronque
o silbe o muerda
Aquí brindo con caballitos,
solo como cuando te conocí,
perdido en la crisis mundial.
buscaré magia en otro lado.
Voy a buscar como si quisiera buscar
entre orgasmos ruidosos y besos vacíos
Las manos entrelazadas no recogen poemas
a lo más, siembran soles perdidos entre bosques.
Ya no hay arco entre los iris.
Los ojos ven en línea recta.
Línea que no hay en tu naturaleza.
Líneas que se rompen en tu cuerpo
como Dios rompió a los enanos.
El amor no tiene arcos ni ramas,
no se ve de día ni de noche.
El amor, como el tiempo, lo inventó alguien más,
él que ríe con insomnio.
La última virgen nació en probeta.
El hombre no se baña y huele a tierra.
Las mujeres no se mojan y apestan a estrellas.
Jaime Fraire Quiroz
Rogelio Noguez
Soy testigo presencial
Del milagro húmedo de tu piel desnuda
De cómo
Te quitas tu ropa interior
Como si te quitaras el sombrero
Tan desnuda
Que no veo tu piel
Sino tus huesos
Perfecciones de ángel óseas
Pálidamente iluminadas
Desnuda eres una joya ataviada
Con el trigo de la violencia
¿Cómo puede un suceso recurrente
Ser llamado milagro?
Cuestioné hace unas noches
A un colega con pretensiones religiosas.
“El milagro es que hayas conocido a alguien
Que se digne a desnudarse frente a ti”
Comprendo
La intervención divina eres tú, mujer,
Y lo milagroso
Del milagro de tu desnudez
Radica únicamente en que es el neuma
Del verdadero milagro:
Ese en el que participamos los dos
Dejando a Dios como simple testigo
Miguel Ángel Cocom Mayen
La luciérnaga mordió al león
Soy el mudo que hablará,
cuando tenga la verdad.
Tú eres la maga inmaculada.
Lejos de los sonidos primaverales,
nos hundimos en nosotros mismos
Como la luna tras el sol.
Despiertas rumbo a otro lado
cualquier lado que no ronque
o silbe o muerda
Aquí brindo con caballitos,
solo como cuando te conocí,
perdido en la crisis mundial.
buscaré magia en otro lado.
Voy a buscar como si quisiera buscar
entre orgasmos ruidosos y besos vacíos
Las manos entrelazadas no recogen poemas
a lo más, siembran soles perdidos entre bosques.
Ya no hay arco entre los iris.
Los ojos ven en línea recta.
Línea que no hay en tu naturaleza.
Líneas que se rompen en tu cuerpo
como Dios rompió a los enanos.
El amor no tiene arcos ni ramas,
no se ve de día ni de noche.
El amor, como el tiempo, lo inventó alguien más,
él que ríe con insomnio.
La última virgen nació en probeta.
El hombre no se baña y huele a tierra.
Las mujeres no se mojan y apestan a estrellas.
Jaime Fraire Quiroz
Luz...
tunel final
preciso alcanzarte
sangre alterada
herido a muerte...
debe ser tu piel
recorrido interminable...
la que me mantiene con vida
tu piel... miel bronceada
la respiro en este último sueño...
no sé si nuestra historia termina
o apenas comienza...
viajamos en mares de tiempo
para encontrarnos...
somos ángeles nocturnos
vampiros diurnos...
destructores de planetas
rebeldes tatuados
con un toque
de ternura....
tunel final
preciso alcanzarte
sangre alterada
herido a muerte...
debe ser tu piel
recorrido interminable...
la que me mantiene con vida
tu piel... miel bronceada
la respiro en este último sueño...
no sé si nuestra historia termina
o apenas comienza...
viajamos en mares de tiempo
para encontrarnos...
somos ángeles nocturnos
vampiros diurnos...
destructores de planetas
rebeldes tatuados
con un toque
de ternura....
Rogelio Noguez