domingo, 14 de diciembre de 2008

Sórdidas estrellas

Título de guión por realizar.



Milagro

Aunque no profeso,
Al menos no de manera visible,
Religión alguna
Siempre me han apasionado los milagros
Esos sucesos extraordinarios
Sólo atribuibles a una divina intervención

Y resulta que yo, pecador,
Cada que el sol murmulla en el vientre del horizonte,
Soy testigo presencial
Del milagro húmedo de tu piel desnuda

De cómo
Te quitas tu ropa interior
Como si te quitaras el sombrero

Tan desnuda
Que no veo tu piel
Sino tus huesos
Perfecciones de ángel óseas
Pálidamente iluminadas

Desnuda eres una joya ataviada
Con el trigo de la violencia

¿Cómo puede un suceso recurrente
Ser llamado milagro?
Cuestioné hace unas noches
A un colega con pretensiones religiosas.
“El milagro es que hayas conocido a alguien
Que se digne a desnudarse frente a ti”

Comprendo
La intervención divina eres tú, mujer,
Y lo milagroso
Del milagro de tu desnudez
Radica únicamente en que es el neuma
Del verdadero milagro:
Ese en el que participamos los dos
Dejando a Dios como simple testigo


Miguel Ángel Cocom Mayen





La luciérnaga mordió al león

Soy el mudo que hablará,
cuando tenga la verdad.
Tú eres la maga inmaculada.
Lejos de los sonidos primaverales,
nos hundimos en nosotros mismos
Como la luna tras el sol.

Despiertas rumbo a otro lado
cualquier lado que no ronque
o silbe o muerda

Aquí brindo con caballitos,
solo como cuando te conocí,
perdido en la crisis mundial.
buscaré magia en otro lado.
Voy a buscar como si quisiera buscar
entre orgasmos ruidosos y besos vacíos

Las manos entrelazadas no recogen poemas
a lo más, siembran soles perdidos entre bosques.
Ya no hay arco entre los iris.
Los ojos ven en línea recta.
Línea que no hay en tu naturaleza.
Líneas que se rompen en tu cuerpo
como Dios rompió a los enanos.

El amor no tiene arcos ni ramas,
no se ve de día ni de noche.
El amor, como el tiempo, lo inventó alguien más,
él que ríe con insomnio.

La última virgen nació en probeta.
El hombre no se baña y huele a tierra.
Las mujeres no se mojan y apestan a estrellas.


Jaime Fraire Quiroz




Luz...

tunel final

preciso alcanzarte

sangre alterada

herido a muerte...

debe ser tu piel

recorrido interminable...

la que me mantiene con vida

tu piel... miel bronceada

la respiro en este último sueño...

no sé si nuestra historia termina

o apenas comienza...

viajamos en mares de tiempo

para encontrarnos...

somos ángeles nocturnos

vampiros diurnos...

destructores de planetas

rebeldes tatuados

con un toque

de ternura....


Rogelio Noguez