lunes, 25 de enero de 2010

Siempre empezamos otra vez



Antony Gormley
Escultura


Lo que se me olvidó escribirte ayer


El atardecer te respira
Tú, eco de borroso contorno,
Vas pálida de sueños

La noche cae a verte
Con el párpado bien abierto
Te quiere atrapar en una mirada
Pero te fugas en luz
Como Degas y su estrella

Te escorzas para entrar en nuestro cuerpo
Y te abres al amor
Por miedo a enamorarte

Tú no te inundas, aunque te me llueves
Testigos son mis manos
Y el careo de mis ojos con tu piel

Le damos la espalda al mar
Porque tú tienes más espuma
Te desnudas de tu acuario
Y los peces libres nadan
Sumergidos ya de azul
Cuando en múltiples suspiros
Te me fugas para adentro

Te refugias de mis brazos en la lluvia
Gota a gota te secas ya de hastío
Nada tan dulce como tu piel salada

Miguel Ángel Cocom Mayén











Antony Gormley
Escultura


El lado obscuro del Popo

Las nubes se amontona a los pies de San José del Pacífico
como en sus labios los besos cada mañana.
Sólo es agua condensada en el parabrisas de un maverik.
La luz de la luna transparenta recuerdos y avanza.
Hoy puede ser cualquier otro día
si las nubes no avanzaran tan rápido.
La luz de la luna transparenta recuerdos y camina
hasta la sonrisa, se acerca y todo se detiene,
en la sonrisa.

Nunca des la espalda al mar, me dijo un caracol
ni prendas un cigarro con una vela.
El pescador nocturno acecha a las sirenas
que han cambiado su canto por espuma
todas tiene rabia y ya no buscan marineros
comen restos de sangre que corre en el mar.

Jaime Fraire Quiroz