domingo, 14 de junio de 2009

Haikurrea



Takashi Murakami

Húmedo y triste,
como un día de mayo,
así es tu cuerpo.

Las olas son
el pretexto del mar
para tocarte.

La luna llora.
Son azules sus lágrimas.
Las nombra: estrellas.

Mucha mi sed.
Pero también son muchos
Tus pocos labios.

Con una espina
se defiende tu rosa.
¿De qué? No sabe.

Donde tu sexo
en piernas se bifurca,
nace el deseo.

Tu piel mojada.
Y sales de la lluvia
como si nada.

Como un barquito,
náufrago entre tus muslos,
anclo en tu costa.

De pie te admiro
pero, te amo en sentido
horizontal.

Luz encerrada,
se eleva la luciérnaga,
entre dos alas.

Migual Ángel Ocom



Donde es gloriosa
la muerte de tu cuerpo,
tiene aquí templo.

Sin matemáticas
puedo contar las lunas
en tu mirada.

Los ojos libres
y los ombligos cortos,
juntan el alba.

¿Cuántos colores
puedes oler adentro
de un largo sueño?

Que tu sonrisa
encuentre su camino
entre mis manos.

Me gustas tú
y el cielo que camina
sobre tus hombros.

Playa es lugar
donde el mar y la tierra
crean amor.

Todos llegamos
en una ola pequeña,
somos espuma.

Una canción
para ella que se fue,
la de José.

Qué cosa linda
cumbia sobre tu cuerpo,
morena fuego.

- ¡Qué lluevan coños! -
Diría el buen Joaquín.
Denme otro whisky.

Lo que me gusta
de tu cuerpo sin forma
es todo el fondo.

Jaime Freire