jueves, 26 de noviembre de 2009

Aniversario luctuoso

Como todo lo que nace, muere; este blog decidió morir antes de nacer. Este mes cumplimos un año de morir. Gracias por asistir mensualmente a nuestro funeral. El Príncipe de Jalapa promete invitar los tragos para festejar el acontecimiento. Ahora sí, la parte aburrida.

LA UNICA VERDAD ES QUE NADA MUERE






EL AFILADOR




NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO NO EXISTEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE




SALUDOS... INSOLENTES


Helnwein
American Prayer, 2000
Óleo y acrílico sobre tela




Natalia


Eres la casualidad
Más pensada de dios
Milagrito florecido
Del único pecado que tu madre
Y yo cometimos infinidad de veces

Se hace el día
Cuando el felino de tus ojos
Sale a jugar y a reír y a jugar
Tú, hijita,
Eres madre de mis huesos

Dibujas sobre mis poemas
Y tu arte es más sincero
Ya que nada pretendes
Toda la pintura cabe
En tus ojos de crayolas
Azulitos cuando lloras
Al sonreír verdean


Mientras la luna te llega hasta los hombros


Miguel Ángel Cocom Mayen




Helnwein
The disasters of war 6, 2007
Óleo y acrílico sobre tela



Anti-poeta.



Los perros flacos salen de noche,
buscan la comida que otros dejan.
Alguna vez una pechuga de pollo rostizado
con todo y el cuerito.
La mayor parte del tiempo
encuentran entre la basura,
migajas de poesía.

Golpeado por unas botellas
llegó el Poeta escupiendo sangre.
Señorita Soledad fumaba un cigarro,
ya sabía esperarlo.
Como todas las noches,
que se volvían tres
o nada,
entre sus brazos,
fueron felices.
Al final, Soledad, siempre lo extrañaba
pero nunca lo buscó.
El Poeta la olvidó.
Ya no quería escupir sangre,
aunque, de igual forma
murió de cirrosis.


Jaime Fraire Quiroz

lunes, 19 de octubre de 2009

Uña



Emmanuel Morales
Agonia Ilusoria
carbón y acrílico sobre papel, 2006.


¿Qué puedo hacer con estas flores ciegas?

Nací aislado.

Tengo ratas en la cabeza,
como todos,
pero yo les puse nombre
y alimento.

Quiero los ojos de Kandinsky
y las manos de Neruda,
para ver House y tener un perchero,
donde pueda colgar todas las ideas que me sobran
y que no voy a hacer por hedonista.

Al aire le pregunto:
¿Eurípides vivió sus tragedias
o sólo las escribió?

Perdí en la trampa más vieja:
amar a una puta,
sin ofender,
y ahora busco
la forma de regalar olvido.

Escondí mis navajas en una nube.
Me dijeron que así saldría el sol,
esta luz coagulada.
Espero que mi nube regrese
para mojarme con sus navajas.

Sigo soñando que todos duermen mientras despierto.

Mis miedos se reducen
a no perderte.

En tus ojos puedo sentir
que has ido y venido
de todos lados.

No sé cómo está el futuro en este momento
pero tú, yo y el viento,
vamos en camino.


Jaime Fraire Quiroz






Emmanuel Morales
Tiempo en prusia
oleo sobre tela, 2008.


Inventariándome los pelos de los huevos


Podría escribir que crecí en un pueblo pesquero
Ubicado junto al mar
Con su botes y veleros
Y su brisa olor a sal
Pero una mentira, aunque esté en un poema,
Sigue siendo una mentira.

Nací un día en que la noche vino por mí
A curarme de mi adicción a la luz.

Me autonombro yucateco.
De donde nazco no soy
Si no de donde me arrastro a morir.

Onaneo cuarenta y cinco minutos al día
Y escribo quince
Tengo más vocación de otra cosa
Que de escritor.

Frente a mí
Hay un vaso ya vacío
La hora feliz acabó hace ya unos años

Cuando me cepillo los dientes, orino
Y cuando cago, leo
He llegado a la conclusión de que soy hiperactivo.

Ese alguien que me respira
Es diferente al que me escribe
Pero coinciden los dos
En que no caben en mi pecho

Me han medido por fracasos
Por ahorros, por decenas,
Por cuántas pinches corbatas vacías
Se malgastan en mi closet
Pero para saber mi verdadera edad
Tendrían que contar los anillos de mis huesos
Los centímetros cúbicos del rocío de mis noches.

De impulsos ya carente
Me encamino
La mirada en el bolsillo
y la mano al horizonte

Si desaparezco mis huesos,
¿también se borra el dolor?


Miguel Ángel Cocom Mayén

lunes, 14 de septiembre de 2009

El grito de silencio



Jorge Salort
Danza (Golgota)


Tetragrama

Se le filtra el vacío
Por entre el hastío de los poros

Con una mano quita una nube,
Con la otra, tapa el sol
Su mirada se extiende
A lo ancho
A lo largo
Todo lo ve cuando nada está visto

Posa una pupila en un monte,
Gólgota, creo que se llama
Alguien le implora
A gritos de sangre
Con flores a piel de clavos
Es de llamar la atención

Acerca la otra pupila
Filtra un rayo para ver mejor
Tibia la luz en sus ojos

Algo muy dentro del tuétano
Le mueve a no moverse
A petrificar la saliva
Con que en divinidad se intenta
Émulo del rocío
Con el que lo callan las flores

(La poesía es el silencio
De las cosas más triviales
Un árbol se cae de la hoja
Las alas contraen al ángel
Dos cuerpos se olvidan del alma
Cuando recuerdan la carne)

Se sostiene en los acordes del vacío
Ante la rodilla se atempesta
Bronco de sus heridas
Omite la sangre y se indigna
¿Quién osa ensuciar mi cruz?

En la sombra de su albura
Nuestra sangre no tiene estancia


Miguel Ángel Cocom Mayén








Jorge Salort
No os doy la espalda


Dieta femenina macrobiótica


¿Qué te parece si este mundo lo hacemos sólo para nosotros?

¿Por qué engañar al destino que movió todo para juntarnos?

Tienes el silencio de una casa de madera,
en tus árboles la tierra guardó secretos.

Qué suerte tiene tu pelo,
te abraza de noche
y recoges cuando hace calor.

Estoy seguro que la muerte me va a encontrar entre tus piernas,
es el único lugar donde bajo la guardia.

El creador tiene que ser mujer
sólo así puede amar y odiar tanto.

Espero que regreses,
aunque tus rencores te corten los bigotes.

Una verdadera mujer sabe usar su lengua como arma de destrucción masiva.

Deber ser bonito
que alrededor de ti
no haya nada.

Me gusta que tus botas estén sucias
como si hubieras caminado toda la noche
buscándome entre sueños.


Jaime Fraire Quiroz

martes, 18 de agosto de 2009

Aquí otra vez sola mente




Yishai Jusidman
E.K.
Oleo sobre madera



Tres minificciones que pernoctan en la majada.

Él sacó a pasear su soledad. Encontró a muchos igual a él en el parque.
Entre ellos se preguntan las razas, edades, tamaño, la cantidad de croquetas que consumen al día
y todas esas cosas que se preguntan dos personas cuando no tienen nada que decir.

Ella tenía la mirada más hermosa. Al verla, todo el cuerpo te dolía.
Él la esperaba, aun antes de verla a los ojos.
Se amaron y él cada día sufrió más.
Poco tiempo después él murió,
no se sabe si de amor o dolor.
Quedó retorcido en el suelo
con una sonrisa eterna.

Para cuando el sol se meta, estaremos amontonados como vacas, sin esperar nada.
La luna se detendrá para ver lo que le hacemos a su eterno amante, aunque sea sólo en la piel.
Ella se queda celosa arriba, fetiche, observadora, viendo como la tierra gira y baila al ritmo de nuestra noche.
El cielo despierta como si le acabaran de cortar las nubes, sobre el pasto descansa la neblina.

Jaime Fraire Quiroz



Órgano de Jacobson

I

Me dices:
“Quiero tomar fotografías como la Leibovitz.”
Cuelgas mi cámara en tu hombro,
te horcajeas en la bicicleta e intentas pedalear.
Sólo que no has dormido y estás, todavía, borracha.

Eres erudita de tu cuerpo,
pero tu mujer ha olvidado a su niña.
Y reír te cuesta muchas lágrimas y dos más.

Todavía brillan en tus ojos
los demonios que consumiste ayer.
Estás indefensa.
Te refugias en la danza, en la poesía, en el olvido.
Danzas como las diosas pero jadeas más divina.

Para mí te ves hermosa.
No es una belleza impuesta o que te aflija.
Eres hermosa porque no lo quieres ser.
Es la rebeldía con que tu piel
oculta la fealdad de tus huesos
la que me llama.

II

Para ser tan salvaje
me regocijo en tu ternura.
Tienes toda la tristeza y no la prestas a nadie.
A veces pienso que te vas a suicidar
pero ríes con la vida por las mañanas;
hasta que, a mediodía, recuerdas
que el arte siempre se destruye.

Quieres escribir poesía
pero se te atragantan los versos.
La poesía
no puede escribir poesía.

¿Cómo marchitas tu cuerpo?
Vas pólvora por la vida,
acabas contigo,
abres tu flor para adentro, mojas el cuerpo de tu seco
y te vas tristita.

Te tapas la nariz para ya no olerte.
Inválida de tu música
no escuchas a los dioses
que sordos gritan en tu cuerpo.

Yo me voy a escribir al exilio de tu recuerdo.
Eres mejor compañía cuando estamos solos.


Miguel Ángel Cocom Mayén

miércoles, 22 de julio de 2009

¿Cómo abordar con inteligencia este blog? Sabrá Dios.


Jan Van Eyck


Alberto Durero

La inteligencia sobrevalorada.

¿Cómo puedo abordar
con inteligencia
la literatura?
Yo sólo tengo tripas
que duelen cuando golpeas,
y cuando tomo,
y todas las veces
que me has dejado.

¿Cómo puedes abordar
con inteligencia
a una mujer hermosa?
Si te invade el miedo
que sepa
todas las mentiras
que dirás
para desnudarla
y verla correr bajo la lluvia.

¿Cómo podemos abordar
con inteligencia
la música?
Si no queremos escuchar
los gritos que tenemos adentro
y buscamos callarlos con alcohol
o drogas, o sexo,
en una melodía.

Jaime Fraire

Dushan

Ella tiene un cuarto pequeño
donde la ventana se filtra por entre la luz.

Ella me dice que desde niña
la odian las matemáticas.
Por eso es infinita
y no tiene ángulos de 90 grados.

Ella escribió un cuento.
Me pide que lo lea y le corrija la ortografía.
Trata de una niñita
que quiere atrapar el arco iris,
sólo que sus manos
son alérgicas al color.

Ella cree que soy escritor
porque sé poner acentos.
Pero la literatura es más
que saber distinguir las sílabas tónicas.

Ella es más escritora que yo.
No hay desplantes ni altanería
en sus palabras.
Tampoco en sus huesos.

Ella me observa
mientras pongo tildes y comas
y tildes y puntos y tildes
sólo para impresionarla.

Ella me sonríe
pero algo se me escapa de ese gesto.
Lo mismo sucede cuando danza y duerme y danza.
Hay algo de movimiento en sus fugitivos.
Ella es como un punto fijo
en mi horizonte nómada.

Ella me ha dado buenos consejos.
Que escriba aunque sea 15 pinches minutitos al día.
Que mis versos no se queden en paz.
Que no vea tanta tele.
Y, el mejor de todos, que guarde la pluma.
Cuautitlán es tierra de microbuseros, no de poetas.

Ella tiene un cuarto pequeño.
Diminuto tan que ahí dentro
no caben los sueños de los dos.

Ella es un punto final sin oración previa.

Miguel Cocom

domingo, 14 de junio de 2009

Haikurrea



Takashi Murakami

Húmedo y triste,
como un día de mayo,
así es tu cuerpo.

Las olas son
el pretexto del mar
para tocarte.

La luna llora.
Son azules sus lágrimas.
Las nombra: estrellas.

Mucha mi sed.
Pero también son muchos
Tus pocos labios.

Con una espina
se defiende tu rosa.
¿De qué? No sabe.

Donde tu sexo
en piernas se bifurca,
nace el deseo.

Tu piel mojada.
Y sales de la lluvia
como si nada.

Como un barquito,
náufrago entre tus muslos,
anclo en tu costa.

De pie te admiro
pero, te amo en sentido
horizontal.

Luz encerrada,
se eleva la luciérnaga,
entre dos alas.

Migual Ángel Ocom



Donde es gloriosa
la muerte de tu cuerpo,
tiene aquí templo.

Sin matemáticas
puedo contar las lunas
en tu mirada.

Los ojos libres
y los ombligos cortos,
juntan el alba.

¿Cuántos colores
puedes oler adentro
de un largo sueño?

Que tu sonrisa
encuentre su camino
entre mis manos.

Me gustas tú
y el cielo que camina
sobre tus hombros.

Playa es lugar
donde el mar y la tierra
crean amor.

Todos llegamos
en una ola pequeña,
somos espuma.

Una canción
para ella que se fue,
la de José.

Qué cosa linda
cumbia sobre tu cuerpo,
morena fuego.

- ¡Qué lluevan coños! -
Diría el buen Joaquín.
Denme otro whisky.

Lo que me gusta
de tu cuerpo sin forma
es todo el fondo.

Jaime Freire

domingo, 17 de mayo de 2009

Palimpsesto


M. C. Escher. House of stairs lithograph, 1951, 47 x 24 cm.

Te sueño en varios frentes

En alguna parte te me escondes
Detrás del viento
Y de adagios de luz que bifurcan tus manos

En algún recóndito te me huyes
Le tomó toda la lluvia
A mi pecho encontrarte

De alegría
A posturas llanas te repartes

El guijarro de tus ojos
Me avientas con parpadeo
De trapecista sin red

¿Cómo se dice tu piel en poesía?
Ha de ser sólo piel
Lo demás sería redundancia
De la luz, de la luz…

Eres tú la más poesía
De ti coloreo el papel en blanco
Con palabras que arrojan ya tus hombros
De suspiros entrelazo
Y hago nudos marineros
Que con tus dedos espuman

Difiero de tu pómulo afilado
Tienes una garganta en la gaviota
Que se encrespa con rubor que no canta
La mitad de tus escombros
Los llevo en un puñadito
Repleto de inmovilidad

Te mides por infinitos sucesivos
La eternidad es un cero a la izquierda
De tu sonrisa
Harta de ángulos perfectos
Vas de sueños

Llena de ternura
Te desbordas en agujas que fronteras
Son del agua
Eres el demiurgo del origen
Que al infinito se repite y se despeña

Muy inerte vas saltando vida
De lágrimas cojeando
Una a una te despojas
De las flores que te nacieron
Le susurro a tu oído
Que le quiero susurrar al oído
La siguiente frase:
“Te quiero susurrar al oído”

Te lanzas a la vida y
Cuelgas tu cabello al rocío
Que le cortas a la mañana

Entiendo que tu corazón
Palpita en otra dirección
Por eso te compré una brújula

Tu cuerpo es el mar naciente
Y sueñas el sueño del que padece insomnio

Con ademanes impunes de límites
Te asilas bajo el sol del mediodía
Imitas con tu silencio una nota
Ya carente de repleto vacío
¿Cuántos muslos hay entre tus flores siembra?
Lluvia que es palabra de la sequía
Nada como el eco del salado
Que tienes en tu mar
Todo es tan miel en tu dulce
Por donde sendereas

En tu sonrisa a toda asta
Puntual la ceremonia de tu sangre
Se desplaza, se vierte, se rotula
Tienes grabado el eco del silencio
El viento del día calmo
Son amorosos tus huesos
Marfil de piel que colorea
Con tizas despedidas de rumores

Me gustaría abrazarte
Pero te me desbordas
Prisionera de tus fugas
Vas mañana todas mis noches
A galope en el caballo de tu espuma

En el incendio de tus labios
Se nos quema el beso
Del milagro de tus piernas soy creyente
¿Qué manos trazan tus piernas
Cuando tus piernas acarician mis manos?
En el vientre de tu fruto
Muerdo la piel con que me encierro
Soy preso de ti
Preso poético

No sé qué me empuja a tu adentro

Miguel Ángel Cocom Mayén. Poeta yucateco.


Pieter Brueghel. Paisaje con la caída de Ícaro. Óleo sobre lienzo

La otra pierna de Santa Anna

¿De qué se supone que hablas?
No puedes pedir una sonrisa.
También voy a balbucear
acerca de todo el tiempo que no te di.
Toma en cuenta
que somos seis en la cama.
Y afuera siempre graniza
como un repetición espontánea de besos.
¿De qué se supone que estoy hablando?

¿Por qué hablar de la muerte si estás vivo?
¿Por qué hablar del amor?
¿Felicidad?

El vacio es al hombre
lo que al pasto el rocío.
Me duelen hombres que no quieren morir.
Y los que no han leído a Neruda.

¿Por qué seguir pensando
que estos versos son míos?
Y todavía quiero sentir,
pero el sentir no se quiere,
se sienta
a lado,
se sienta adentro.
Como el olor a tierra mojada
siempre llega desde adentro.

Desperté peinando tus alas,
pero regreso el dolor
que me dejaste en el pecho.
Cariño, espero no escurras
del amor que marchita semillas.

Todo lo que les sobre
dénmelo a mí
acostado sobre líneas onduladas.

Eres el mejor invento para volar.
Me sujeto a tu cintura
y caemos libres.
No sé si me sonríes
o le sonríes a todos.
No entiendo si me ves
o lo matas todo.

Entiendo pocas cosas
como:
que las mariposas no envejecen,
que el viento gira siempre
en algún lado,
que el polen huele a ti,
que el alma tiene colores.
Entiendo que la paz no existe,
como Dios,
pero tenemos que buscar.

Entiendo que a veces, a lo lejos
veas un niño llorando, sin ropa
y te duela el pecho.

Hay problemas tan hondos en el alma
que no se pueden pagar.
Para mí, está tu sonrisa.
No va a curar a nadie, pero a mí;
no va a alimentar a nadie, no habla, no brilla.
Sólo para mí está tu sonrisa.

Jaime Fraire Quiroz. Poeta chintololo.

El 10 es al 1, lo que tu cuerpo al mío

10 son los dedos de tus yemas
9 entradas nocturnas dura nuestro juego
8 horizontal es la piel de tu pliego
7 pétalos de fuego en tus rosas morenas
6 los lunares debajo de tu sol
5 estrellas pidió la luna por tu rescate
4 puntos cardinales en tu vientre
3 pupilas caminan por cada pestaña
2 son los defectos de tu ombligo
1 es que está separado del mío

Nassim Fraicom. Poeta libanés.

lunes, 20 de abril de 2009

Yucatamarán

Tu cuerpo es irrepetible como este verso
Tu cuerpo es irrepetible como este verso




Continuum. Serie Frecuencias fuera. Silvia Gurfein. Argentina

Bosquejo de una pestaña impune.

Llegaste engrapada a una estrella,
como una carta que Dios me mandó
para no leerla.
Tu cuerpo me implora ser robado.
Tus ojos me llevan,
dos luces clavadas en el cerro.
Mi vida, mujer, depende
en gran parte, de tu ropa interior.

Yo no entro en este cuerpo
que se quema mientras lluevo,
a pesar de que todos sentimos hormigas
las dejamos morir.
Toda mi vida he caído como sereno.
En la sombra de tu pupila,
detrás de tus sueños
sigo esperando.

La luna sale cuando recoges tu pelo
y nos bañamos como gatos.

Me colocaron a un lado
del que está a un lado,
por crear un verso
sin ritmo.

Ya no puedo cantar,
me quedé desnudo.

Un pájaro me dijo:
Tengo 359 grados para moverme
si el camino adelante no me gusta.

Eres nube que camina impertinente.
Si no te importa, me entrego a vivir entre tus piernas,
lo mismo que a morir.

¿Qué le haces a las fortalezas
para que se derrumben?,
Lo mismo que al aire.
No se atreven a tocarte.

Me buscas detrás de tus ojos
mientras te beso entre los dientes.
Sin quitarte los ojos de encima,
te desvisto.
Ilumino tu perfecta oscuridad
con un pestañeo.
Me visto,
de tus manos y muslos.
El hombre florece regado con mujeres.

Jaime Freire Quiroz


Camila Macedo. Óleo. Brasil.

Se me quiebra la tinta

Se me quiebra la tinta
Como el otoño en la hoja
Reducido a su mínima potencia
Escapa el verso
Sílabas tullidas
Talladas al amparo
Serpenteante de tu sombra
Se me voz la quiebra
Y es por ti
Desempleado de tu cuerpo voy
Regreso viudo de tus besos
Grito de mí
Y el nosotros se queda calladito

Rebajas mi poesía
Sufro de tus huesos
Cuando estás encima de otro
Otro al que le basta un te amo
Para que tú lo veas
Como a un Neruda cualquiera

Sufro de mis palabras
Afónicas de tanto callarte
Y de mis besos húmedos
Que arden en el clítoris de tu sol
Sufro del nosotros que está solo
Acompañado de tu ausencia
Mala compañía tu ausencia
La granuja hace mucho ruido

La noche luta por mí
Por eso es silenciosa y oscura
Y me vale madre lo que digan
Los astrónomos

Me gustaría callarte para ya no gritarme
Añorar el olvido
En el que me tienen tus muslos
Tus rodillas alcoholizar
Para que me permitan la entrada

Te sufro cuando alegre estás
Y te lloro en versos
A veces cortos, otras largos,
Pero siempre malos
Y que no dicen nada
Porque todo lo sufren
Te quiero dar vuelta
Para no ver tus ojos

Te leo en todos lados
Con mi tacto analfabeta
Soy sordo ya de tus suspiros
Y se me quiebran las venas
Por lo turbio de tu sangre
Diáfana

Me sueñas cuando duermo y estás despierta
Te bebo en el vaso de mi boca vacía
Un beso húmedo es el mejor verso tibio
Te lucho, lucho con tu cuerpo
Pero tus huesos son llenos de rencor
Mejor morir si la tinta no fluye
Si el meñique no ablanda el papel

En el desaliento, te soplo
Joder con el viento que te acaricia cuando quiere

Me has borrado de un zarpazo indeleble
Y me duele el aura
Cuando con la mandíbula
Intento atrapara soplos de mil aires
De tu sexo
Me callo para ya no verte
Tocarte, olerte
Pero aun así saboreo tus dedos
Falanges mías de tu deseo

Me persiguen tus recuerdos
Cuando quiero olvidarte
En la médula tengo sus pezuñas
Tragedia ósea del amor ya muerto

Los gusanos se comen ese amor
Pero hay uno, un mísero pinche gusanito
Que te escribe

Se cree poeta
El muy acéfalo

Miguel Ángel Cocom Mayén

jueves, 12 de marzo de 2009

Seguro tarde

Antes y después de Radiohead.
Dibujo con diamantes. Serie divas. Vik Muniz



Antes y después de Radiohead.


Creo que no me gusta la danza

Danza, danzarina
Alea con tus pies
Quédate quietecita cuando te mueves
Da zarpazos
Suavecitos
Casi nada
Con tus piernas

Caracoleas en las pupilas
De todos los ahí ausentes
Tú danzas
Mientras yo me lanzo
Al vacío de tu cuerpo lleno
(El paraíso casi siempre es algo intangible
Excepto esos breves momentos
Cuando se cristaliza en tu cuerpo)

Eres un nudo que se desamarra
Categórico
Al compás de mis parpadeos
Tu cuerpo se deshace
En olivias de cascadas
De rocío, de rocío
Algunas gotitas me caen
Y me secan la sonrisa
Mientras lloro pedacitos de tu sombra

Daría mis huesos por ver palpitar los tuyos
Mis ojos por verte danzar
Todas y cada una de las siempres
Pero no se puede, según tú,
Por tres míseras razones:
1- Soy el peor bailarín que has conocido. “Tú no tienes dos pies izquierdos. No tienes pies.”
2- “Tú eres más poético y yo soy más carnal.”
3- “Nuestros cuerpos se odian. Por eso, cuando rozamos los brazos, nos dan como toques.”

Está bien
Los poetas reciclamos los rechazos
Sólo vete danzando de puntitas
Aléjate toda vacía de ruido



Miguel Ángel Cocun Mayén



Dibujos con basura. Narciso. Vik Muniz.

La pierna de Santa Anna


¿Cuántos metros arriba está la tierra?
Mi caballete tiene alas.
Pinto sobre piedra, como en los
años cero. Arrastra, sin calor,
una sombra.

Algunos locos de vida, se
encierran rodeados por narices con ojos.
Tengo miedo de tuvoz.
Espera, como si regresara de la guerra cochi.
¿Cuántos metros arriba está la tierra?

Sobre cerrado llegó tarde,
felicidad se fue
y espero,
y esperó.

Haces el amor
como la angustia de no verte.
Tus ojos vuelan como elefantes viejos.

Estoy muriendo como todos
pero a mí me duele.
Espero, si no es mucha molestia,
morir pronto
para renacer en tu vientre.
¿Por qué Dios te dio esas manos?
¿Es coincidencia que a Dio sólo le falte una s?

Hay cuerpos que no se entienden,
pero el nuestro.
Hay cuerpos que no son míos,
pero el tuyo.
Es la tierra donde se queman las naves,
el barro sin molde.
Hay cuerpos que parecen más otras cosas
de esas cosas que no entiendo.

En un punto te me llueves
con la melancolía de las gotas
¿Qué hace la primer lágrima
cuando llega al cielo?

Regreso a un lugar que nunca he pisado,
como te amé antes de conocerte,
como los muertos.


Jaime Fraire Quiroz

miércoles, 4 de febrero de 2009

La verdadera carta magna

Las hojas sangran cuando tienen poesía
¿Qué hacen las computadoras?


Estuve pensando, que ya es mucho hablando de mí.
A veces me detengo y callo mis voces
entonces huelo tu nombre,
que es como cualquier otro nombre.
Volteo enojado a ver la luna.
Debe ser fácil brillar tanto,
esconderse el calor,
vivir más que el tiempo.
Yo, aquí, frente a ti
sin poder estrechar pupilas
perdido en tus pestañas.
Aprieto mi pecho para que no salga el corazón,
no grite extraño.
De todas formas arruina el momento,
late fuerte y hace ruido.
Dice lo que no quiero.
Aprieto mi pecho para no apretarte.
No quiero perder el momento
sintiendo con todos los sentidos.
Cierro los oídos, tapo los poros
y te me sigues entrando.
Ahogada en no sé que cosa,
tan dentro de ti como yo entro en mí.
Qué desperdicio es ser caballero.
Volteo enojado a ver la luna
le escupo tu nombre que no sé
pero la luna me guiñe una estrella,
me avienta un mar pero la risa.
Te voy a morder en el aire,
rozar tu pelo con la vista.
Tocar el olor de tus flores.
Tocar el olor de tus flores.
Tus flores.
Estuve pensando que ya es mucho hablar de ti.


Jaime Fraire Quiroz





Ahí eres tú

Digo rosa y no espina
Fuego y no quema
Silencio y no calla
Versos y no poeman
Digo tu cuerpo y no arde

Pero sé, que la poesía está ahí
Oculta bajo la sonrisa de tu velo
O en la parte de atrás
De tus suspiros

Tal vez, poesía es lo que no escribo

¿Qué putas digo?
Poesía es lo que chorrea
Del tintero de tu cuerpo
La luz que sobra
Del cardumen negro de tus ojos
El olor de tu cuerpo
Cuando llueve
La fuga de sonidos cuando amamos

Poesía es tu sombra cuando calca
Los ángulos de tu cuerpo imposible

La poesía está allá
Y ahí eres tú


Miguel Ángel Cocum Mayen

martes, 6 de enero de 2009

2009

Aceptamos nuestro lugar de nacimiento
tinta blanca



Tigres de sombras

Tu cuerpo se me entra
A horcajadas
Enterito
Esplendoroso
Por los ojos

Te me entras
Ternurita
Por el izquierdo ojo
Y te me sales
Desnudita
Por el ojo derecho

Te me prendes chispas
Fuegueas
Fugaz, como la estrella de un lapso
Menor que tu mirada,
Ardes entre universos de borrosos
Tigres de sombras

Tu cuerpo huele a rosa más humeante
Como si tímida de flores fueras
Fuga en aroma
De incendios que no sinuosos

Contigo
Contigo marcha la espuma
Clara y altiva
Aunque, como tú, espumee a ras del suelo,
Pierna una moja
Sumerge tu vientre, tus pechos emergen
Turgentes y redonditos
Como un cuadrado de Botero

¿Sanarás de mis huesos?
¿Dolorarás el tolero?
El olvido, ¿desandarás?

Tu cuerpo, mi tótem,
Se me entra
Enterito
Por los ojos
Y se me sale
Incompletito
Por la pluma


Miguel Ángel Cocom Mayen



Para mi suena como un grito en el cielo
con la falsa idea de que el universo escucha.
Suena como la nada en tu vientre
que relleno lentamente con besos,
constantes y eternos como las olas del mar.
Como las olas golpeando la playa
llenándola de espuma que desaparecerá.

Se oye caliente en el tráfico,
bajo el motor bañado en vapor.
Es la idea de un semáforo sin verde
una cloaca del pensamiento
que termina con el rojo.

En ti me veo espejo que reflejas espejo
y nos vamos haciendo pequeños
como piedras que quieren saltar.
Así nos movemos para hacer el amor
espejos rotos anhelando la unidad.
A veces sonamos en el amanecer
donde la montaña dejo de bailar
en un acto suicida voló al mar.


Jaime Fraire Quiroz






Actualidad vestida de indiferencia
huracanes de horror paralizante
de alguna forma hay que seguir...
estando en todas partes
no estoy en ningún lugar
soles durmiendo
ruinas volando
juicios que duran un segundo
huecos de tijeras
orificios de vacío enfermo
animal exhausto de dar vueltas
en la gran jaula de libertad
telon caido que oculta
a mis actores destrozados...
los colores de cielo
ya no se encienden bajo mis parpados
me doleran los dedos
de escribir tan lejos
bajo lluvia me arrodillo...
y entre olas de humo
huyendo de ti y de mi
recibo el regalo de
tu abrazo
tu preciosa sangre latiendo tan cerca
despido de vida ...
ambulancias corriendo
para salvar lo insalvable
adiós sin carta al mundo....
quería que me dolieran los ojos de mirar los tuyos
esos ojos de niña encerrada
por la mujer que ha nacido ya
mírate....
tu infancia murió ayer
infusiones con tu aroma
en mi está escrito tu nombre
en ti nunca soy ausencia
en mi eres voz estrella
y como tu sangre es mi suero
algun día lo sabras todo


Rogelio Noguez