lunes, 5 de agosto de 2013

Verano peligroso



  



Dormida
Francisco de Goya




Mi único miedo

Su corazón está creciendo
dijo el doctor
y explicó las posibles causas,
también dijo que no pararía.

¿Será que a todas las madres les pasa lo mismo
o es que la mia amó de más?

Puede ser que en su pecho ya no cabían
los años de soledad,
ni las noches en vela,
ni las recetas de vida,
o tal vez,
se guardo toda la tristeza
para que nunca la encontráramos,
porque en mi cabeza sólo danzan
los recuerdos de su sonrisa
y su polvo de estrellas.

JFQ 









Dos hombres viejos
Francisco de Goya

 

Texto escrito desde la nostalgia de una botella de vino
En tu cuerpo
Todo es anatómica y simbólicamente posible
Desde el corcel que trota en tu pelo
Hasta el relámpago furia de tus ojos
Sin olvidar el tiempo que se detiene,
Por un instante,  en tu boca,
Y desciende por tu cuello.
Luego, allá abajo, en tus hombros
Los huesos adquieren su perfección ósea,
La perfecta sustancia de la astilla,
Que llega después, convertida en músculo curvo,
A tus pechos livianos.
Ahí reposan dos convicciones.
Primero, que tu piel es cálida porque hay calor en tu sangre.
Segundo, que entre tantos rincones que hay en el mundo,
Entre tantas cantinas, bares, billares, piernas,
No hay lugar en el que prefiera estar, recostarme, refugiarme,
Posar mis manos, mi cabeza, mi boca, y sorber y aspirar,
Que en el vértice  equidistante de tus senos,
Aquel punto estratégico que mira, el muy canalla, de reojo tus dos pezones.
De verdad, tu cuerpo tiene ventajas geográficas.
Terso en el norte y con una alta densidad de carne en el sur.
Tibio al oriente y cubierto con ráfagas de luz en el poniente.
La conectividad la ponen tus caderas.
Por esa ruta han transitado mis manos
En tactos periódicos que estipula tu agenda carnal,
Simplemente digamos que la rueda calendárica
Tiene un astrónomo maya en tus piernas
Que señala la época exacta de la humedad,
Para decirlo de forma poética.
Tu culo es muy hembra,
Así, en femenino, con el volumen exacto y la textura robusta
Que deben tener las formas precisas
Porque no hay ángulos, y lo digo repleto de honestidad,
más mujer que los de tus nalgas.
De tus piernas no escribo
Porque tengo un pacto secreto con ellas.
Y si lo rompo me dejan de aprisionar el cuello,
Al menos eso afirman los panfletos guerrilleros
que publican sus pantorrillas.
Una vez respondí a uno de esos panfletos
Escribiendo que yo también era separatista pero de tus pliegues.
Rojillo pero de tus labios,
Marxista de la capital de tu cuerpo,
Y en el texto, lo recuerdo, defendía  a Demetrio Vallejo
Sólo para anidar en tu pellejo,
y citaba a Mariátegui sin haber leído más que su índice.
Es decir, soy una basura que lee
lo que tu política estatal de reciclaje ideológico señala.
Y no lo leo todo,
Sólo los conceptos que me acerquen
Al hemisferio radical de tus preceptos.
Pero si algo me ha quedado de ti,
más allá de lecturas y de un tacto duradero,
Son tus talones,
Morenos, duros y en los que nace
La danza tibia del demonio.
Así deberían acabar todos los poemas.
Pisados por tu talón que se mueve,
da tres pasos
Y se proyecta a los párrafos que
Te escribe el mísero crítico de teatro
Que duerme en tu cama.
Para él sólo tengo una palabra,
No, mejor dos: Huevos, puto.

MACM



miércoles, 27 de marzo de 2013

Que me sirvan una copa y muchas más.




The wild bunch
El poeta es un huevón en toda la extensión de la palabra.
Se despierta tarde, no se peina, no se corta las uñas,
es impuntual, poco productivo, pospone las metáforas,
se cree tallado a mano por unas manos talladas.
A diferencia del novelista,
que es un espíritu emprendedor
y en constante movimiento,
el poeta no se preocupa por narradores heterodiegéticos
ni sufre por delinear la tipología de sus personajes.
El iluso cree que una buena línea salva un texto.
De tal forma que mientras un narrador hecho y derecho
se fija la noble meta de 2 mil palabras diarias
y coloca notas por toda su casa
con anotaciones, esquemas, cuadros sinópticos
y mapas conceptuales de su relato,
nuestro poeta se rasca los huevos,
ve películas viejas del salvaje oeste
y se cuenta los callos de los huesos
con el ábaco inmaculado de sus dedos.
El poeta es la caricatura de unos hombros caídos,
el músico que se considera más importante que el propio acorde,
una fuente de aire.
No sabe que el acto de escribir por escribir
es el origen de los más grandes fracasos de la literatura.
Cree que el verso se compone de mucho bla, bla, bla,
cuatro onzas de vanidad y un poco de rima.
Y son peores los poetas publicados.
Aquellos que no resistieron el impulso de hacer público
su desorden literario personal
y sus palabras de feria.
Por eso, yo no le creo nada a los poetas.
Sólo son una pandilla salvaje
en la que el de atrás le huele el trasero al otro.
Son la danza de las colas.
El verdadero escritor es muchos huevos
y poca tinta.






A todos nos llega el día.
Amigo, búscala con todo lo que tengas,
y también con lo que te falta,
búscala borracho, búscala despierto,
búscala solo, búscala en tus sueños,
búscala bajo la luna, tras el polvo,
a un costado del brillo, sobre las nubes,
en las cantinas, entre la selva,
corriendo desnuda o tras las ruinas.
Búscala como si de eso dependiera tu vida,
como la piensas, como nunca la has entendido.
Búscala como la has buscado en otras vidas.
Búscala con todo
porque ella vale la pena.
Es la sombra que necesitas,
la paciencia que no tienes,
el sueño que perdiste
alguna vez cuando eras niño.
Ella es la vida
que no sabes vivir.
Búscala, no te preocupes cómo o dónde encontrarla,
sólo búscala.
La vas a reconocer como un hijo a su madre,
ella preguntará por qué tardaste tanto
y tendrás que decir la verdad:
"Porque soy un idiota y me gusta perder el tiempo,
porque estaba ciego y acabo de subir del infierno"
Ella te abrazará
como si la tierra completa lo hiciera
y en sus brazos vas a dormir
para después vivir como nunca lo has hecho.
Respirando, sonriendo, viendo al sol de frente,
bailando.
No te guardes nada.
Ése es tu momento,
dile la verdad,
dile cuánto la has buscado,
dile que la amas,
dile que es tu reina,
que quieres mil hijos con ella,
que se van a casar en todas las religiones,
con todas las reglas
de los hombres y de los dioses,
dile que van a viajar por el mundo
y que siempre serán felices,
enséñale todo lo que has escrito;
mejor aún,
léele todas las noches
después de hacerle el amor
y sigue amándola en  sueños,
que ella lo sentirá todo el tiempo.
Cocínale, ábrele la puerta,
dile siempre lo hermosa que es,
dile que es tu fuente de luz, sueños y vida.
Ella debe saber que es tu mundo,
porque un día,
– y tú lo sabes –
va a conocer a tus monstruos,
y entonces
tendrá que decidir.

martes, 12 de febrero de 2013

Amor y amistad


Tracy Emin
Painting 5



Sístole salida de mi puño

Por tu sexo puedo dejarlo todo.
Olvidarme de la vida sin sobresaltos, 
dejar atrás la línea recta,
las comidas familiares del fin de semana, 
el trabajo fijo y las sonrisas falsas. 
Por tus bragas transparentes pierdo a todos mis conocidos
las noches de vino con pláticas del futuro,
y las inversiones y las series de televisión.
Por la forma en que me ves
cuando me exprimes el alma
puedo matar mis buenas costumbres,
el poco ejercicio que hago,
tirar la comida saludable,
patear a todos los perros 
y gatos. 
Por tu sexo sin vellos
quemaría mis trajes, los únicos zapatos que tengo
y las pocas naves que me quedan.
Dejaría de lado la estúpida educación que me dieron,
escupiría mis banderas
y mis falsos pudores.
Por la forma en que me montas
y me rasguñas y me pides que te lo meta por todos lados,
dejaría libre a mis animales, 
ésos que sólo tú conoces y
que seguramente, 
nadie más soportaría. 
Por tu desnuda sinceridad, 
por las cosas sucias que me haces,
porque no te aguantas nada y haces de la vida un cuarto,
mataría a todos los niños del mundo,
cazaría al último jaguar,
comería carne. 
Por tu piel morena y tus costillas que me abrazan, 
por tus pelos que cambian de color 
y tus errores ortográficos, 
porque eres prohibida y porque siempre te alejas.

Por tu rocío matutino y nocturno, 
por tu rocío a todas horas,
en todo momento, en cualquier lugar. 
Por tu lengua viva como el mar,
por los rayos que te iluminan,
por el diablo que llevas dentro. 
Porque si amanezco mojado es que soñé contigo,
por tus frases eternas
llenas de lodo y lujuria.
Me quedaría sin ojos, sin boca, sin manos, 
me quedaría sin memoria,
si me besas siempre
como la primera vez. 

JFQ








Tracy Emin
My bed


Muy a la Filiberto García

La noche es el detalle
que se atraviesa entre el primero y el último
de nueve vasos de mezcal,
mezcal del bueno, mezcal de Oaxaca,
o de algún lugar por allá
donde lo indígena es sólo riqueza cultural
que aparece y se explota en los discursos
y en la comunicación política.
Pinches discursos, pinche comunicación política.

El cuerpo suda y se enreda en la ventana,
una silueta femenina muestra el vértice de una curvatura,
es el arco infinito de la línea paralela
de la tristeza.
Pinche tristeza.

Sigo una sombra que dejó un rastro en el asfalto
- en la carretera más sinuosa de la vida -.
Es la señal de que hay que seguir,
o parar,
o seguir,
o parar,
o mentarle la madre a alguien.
Pinches dudas.

Apuro el vaso de mezcal,
lo acompaño con gajos de putería,
porque el mezcal se toma solo,
al menos así lo beben los tipos duros,
los que no bailan
y ostentan cicatrices callejeras.
Pinches tipos duros.

Observo los libros del estante,
asoman algunos buenos escritores,
perros de caza del lenguaje áspero y concreto:
Hikmet,
Hamsun,
el Cucurrucucú.
Pinche Hikmet.
Pinche Hamsun.
Pinche Cucurrucucú.

A veces creo que la poesía me salvará de toda la mierda:
del desamor,
de la nostalgia,
del conformismo.
Creo que puedo inyectarle dinámica a mi vida
a través de una que otra metáfora, anáfora, sinécdoque.
Pinche poesía, pinches figuras retóricas.

Mejor me voy a dormir a pegar con los párpados lo que no pego con los puños a rozar las sábanas mulatas a escuchar una voz que me diga duerme chamaco esto no es para ti Pinches puños Pinches mulatas Pinches voces en sueños.

El ojo me tiembla, el epicentro está en mi alma.
La metáfora nocturna escurre
entre las piernas de la mañana.
Pinche alma.
Pinche caliente que soy.

MACM