viernes, 7 de febrero de 2014

Seguimos arrastrándonos


Miguel Calderón



Tour de Cantinas 2014

La noche y todas sus letras
cabe en la palabra del ventrílocuo
y su sonrisa muñeco.
El escenario es pertinente,
ninguna vocación productiva
es posible dentro de esas cuatro paredes toreras.
Sólo queda el discurso
tan lleno de retórica y de ventajas competitivas
que no acaban de concretarse.

Así, quedamos en practicar el abigeato
y robarnos las reses más suculentas
y frondosas de la poesía.
Nada como ser un cuatrero,
gallardo y belicoso
que corre por el centro de la ciudad
buscando la periferia de la epidermis citadina.
Al norte o al sur.
Al este o al poniente.
Con las llaves de la vida en el bolsillo,
pero el estacionamiento cerrado.
Un paso, dos pasos, un trote ligero,
sentarse a fumar.
Lo importante es moverse, salir, intentar,
abrir los cajones de los dedos
para que se desentuman las caricias,
para escribir un soneto,
para dedicar un haikú,
para aproximarse a un palíndromo,
para tocar la armónica de las posibilidades
y estirarme y crecer.

Chingados cuatreritos que somos.
Nos robamos una cabeza de ganado
mientras otros roban 10 o 20.
Así está cabrón hacerse de un buen hato.
Lo sabemos,
pero no nos importa,
al menos no por ahora.


Cocom Mayen







 
Miguel Calderón 




Para mis hermanos


A veces quiero escribir
pero la rabia no me deja,
a veces pienso que las letras son suficientes
pero la sangre no deja de correr
y veo a mis compañeros luchando
en el frente
dando madrazos
pero sobre todo recibiendo,
todas esas señales que les indican
que van por buen camino.
a veces veo lo que estamos haciendo
y pienso que este mundo no es para ti
la fragilidad de tu cuerpo,
el agua en tus ojos,
tus manos llenas de amor
tu boca llena de fuego.
cuando te conocí dijiste
agarremos un pedazo de este mundo
para vivir nuestra utopía,
pero no puedo hacerlo mujer
no puedo olvidar a mis muertos
no puedo ver a mis hermanos con hambre
no puedo seguir fingiendo
que no pasa nada,
por que afuera el mundo sigue mordiendo
y un día también a ti te va a desgarrar.

Fraire Quiroz

lunes, 5 de agosto de 2013

Verano peligroso



  



Dormida
Francisco de Goya




Mi único miedo

Su corazón está creciendo
dijo el doctor
y explicó las posibles causas,
también dijo que no pararía.

¿Será que a todas las madres les pasa lo mismo
o es que la mia amó de más?

Puede ser que en su pecho ya no cabían
los años de soledad,
ni las noches en vela,
ni las recetas de vida,
o tal vez,
se guardo toda la tristeza
para que nunca la encontráramos,
porque en mi cabeza sólo danzan
los recuerdos de su sonrisa
y su polvo de estrellas.

JFQ 









Dos hombres viejos
Francisco de Goya

 

Texto escrito desde la nostalgia de una botella de vino
En tu cuerpo
Todo es anatómica y simbólicamente posible
Desde el corcel que trota en tu pelo
Hasta el relámpago furia de tus ojos
Sin olvidar el tiempo que se detiene,
Por un instante,  en tu boca,
Y desciende por tu cuello.
Luego, allá abajo, en tus hombros
Los huesos adquieren su perfección ósea,
La perfecta sustancia de la astilla,
Que llega después, convertida en músculo curvo,
A tus pechos livianos.
Ahí reposan dos convicciones.
Primero, que tu piel es cálida porque hay calor en tu sangre.
Segundo, que entre tantos rincones que hay en el mundo,
Entre tantas cantinas, bares, billares, piernas,
No hay lugar en el que prefiera estar, recostarme, refugiarme,
Posar mis manos, mi cabeza, mi boca, y sorber y aspirar,
Que en el vértice  equidistante de tus senos,
Aquel punto estratégico que mira, el muy canalla, de reojo tus dos pezones.
De verdad, tu cuerpo tiene ventajas geográficas.
Terso en el norte y con una alta densidad de carne en el sur.
Tibio al oriente y cubierto con ráfagas de luz en el poniente.
La conectividad la ponen tus caderas.
Por esa ruta han transitado mis manos
En tactos periódicos que estipula tu agenda carnal,
Simplemente digamos que la rueda calendárica
Tiene un astrónomo maya en tus piernas
Que señala la época exacta de la humedad,
Para decirlo de forma poética.
Tu culo es muy hembra,
Así, en femenino, con el volumen exacto y la textura robusta
Que deben tener las formas precisas
Porque no hay ángulos, y lo digo repleto de honestidad,
más mujer que los de tus nalgas.
De tus piernas no escribo
Porque tengo un pacto secreto con ellas.
Y si lo rompo me dejan de aprisionar el cuello,
Al menos eso afirman los panfletos guerrilleros
que publican sus pantorrillas.
Una vez respondí a uno de esos panfletos
Escribiendo que yo también era separatista pero de tus pliegues.
Rojillo pero de tus labios,
Marxista de la capital de tu cuerpo,
Y en el texto, lo recuerdo, defendía  a Demetrio Vallejo
Sólo para anidar en tu pellejo,
y citaba a Mariátegui sin haber leído más que su índice.
Es decir, soy una basura que lee
lo que tu política estatal de reciclaje ideológico señala.
Y no lo leo todo,
Sólo los conceptos que me acerquen
Al hemisferio radical de tus preceptos.
Pero si algo me ha quedado de ti,
más allá de lecturas y de un tacto duradero,
Son tus talones,
Morenos, duros y en los que nace
La danza tibia del demonio.
Así deberían acabar todos los poemas.
Pisados por tu talón que se mueve,
da tres pasos
Y se proyecta a los párrafos que
Te escribe el mísero crítico de teatro
Que duerme en tu cama.
Para él sólo tengo una palabra,
No, mejor dos: Huevos, puto.

MACM



miércoles, 27 de marzo de 2013

Que me sirvan una copa y muchas más.




The wild bunch
El poeta es un huevón en toda la extensión de la palabra.
Se despierta tarde, no se peina, no se corta las uñas,
es impuntual, poco productivo, pospone las metáforas,
se cree tallado a mano por unas manos talladas.
A diferencia del novelista,
que es un espíritu emprendedor
y en constante movimiento,
el poeta no se preocupa por narradores heterodiegéticos
ni sufre por delinear la tipología de sus personajes.
El iluso cree que una buena línea salva un texto.
De tal forma que mientras un narrador hecho y derecho
se fija la noble meta de 2 mil palabras diarias
y coloca notas por toda su casa
con anotaciones, esquemas, cuadros sinópticos
y mapas conceptuales de su relato,
nuestro poeta se rasca los huevos,
ve películas viejas del salvaje oeste
y se cuenta los callos de los huesos
con el ábaco inmaculado de sus dedos.
El poeta es la caricatura de unos hombros caídos,
el músico que se considera más importante que el propio acorde,
una fuente de aire.
No sabe que el acto de escribir por escribir
es el origen de los más grandes fracasos de la literatura.
Cree que el verso se compone de mucho bla, bla, bla,
cuatro onzas de vanidad y un poco de rima.
Y son peores los poetas publicados.
Aquellos que no resistieron el impulso de hacer público
su desorden literario personal
y sus palabras de feria.
Por eso, yo no le creo nada a los poetas.
Sólo son una pandilla salvaje
en la que el de atrás le huele el trasero al otro.
Son la danza de las colas.
El verdadero escritor es muchos huevos
y poca tinta.






A todos nos llega el día.
Amigo, búscala con todo lo que tengas,
y también con lo que te falta,
búscala borracho, búscala despierto,
búscala solo, búscala en tus sueños,
búscala bajo la luna, tras el polvo,
a un costado del brillo, sobre las nubes,
en las cantinas, entre la selva,
corriendo desnuda o tras las ruinas.
Búscala como si de eso dependiera tu vida,
como la piensas, como nunca la has entendido.
Búscala como la has buscado en otras vidas.
Búscala con todo
porque ella vale la pena.
Es la sombra que necesitas,
la paciencia que no tienes,
el sueño que perdiste
alguna vez cuando eras niño.
Ella es la vida
que no sabes vivir.
Búscala, no te preocupes cómo o dónde encontrarla,
sólo búscala.
La vas a reconocer como un hijo a su madre,
ella preguntará por qué tardaste tanto
y tendrás que decir la verdad:
"Porque soy un idiota y me gusta perder el tiempo,
porque estaba ciego y acabo de subir del infierno"
Ella te abrazará
como si la tierra completa lo hiciera
y en sus brazos vas a dormir
para después vivir como nunca lo has hecho.
Respirando, sonriendo, viendo al sol de frente,
bailando.
No te guardes nada.
Ése es tu momento,
dile la verdad,
dile cuánto la has buscado,
dile que la amas,
dile que es tu reina,
que quieres mil hijos con ella,
que se van a casar en todas las religiones,
con todas las reglas
de los hombres y de los dioses,
dile que van a viajar por el mundo
y que siempre serán felices,
enséñale todo lo que has escrito;
mejor aún,
léele todas las noches
después de hacerle el amor
y sigue amándola en  sueños,
que ella lo sentirá todo el tiempo.
Cocínale, ábrele la puerta,
dile siempre lo hermosa que es,
dile que es tu fuente de luz, sueños y vida.
Ella debe saber que es tu mundo,
porque un día,
– y tú lo sabes –
va a conocer a tus monstruos,
y entonces
tendrá que decidir.